Resumen: Este artículo examina cómo las normas sociales pueden no siempre promover comportamientos pro-sociales, utilizando la “viveza chilena” como ejemplo. La “viveza”, caracterizada por la búsqueda de beneficio personal sin considerar el daño a terceros, se manifiesta en conductas conocidas como “pillería”. Las normas sociales, basadas en expectativas compartidas, pueden llevar a comportamientos no cooperativos o que rompen las reglas de convivencia. El análisis se estructura en tres partes: primero, se examina el carácter “normativo” de la experiencia social desde la perspectiva de Heidegger y Gadamer. Luego, se argumenta que las ciencias sociales permiten clasificar conductas normativas como pro-sociales o anti-sociales. Finalmente, se sostiene que la “viveza chilena” puede ser un catalizador de comportamiento anti-social. El artículo concluye que promover normas pro-sociales debería ser prioritario sobre la regulación exhaustiva de la vida social.
Este artículo examina cómo las normas sociales pueden no siempre promover comportamientos prosociales, utilizando la “viveza chilena” como ejemplo. La “viveza”, caracterizada por la búsqueda de beneficio personal sin considerar el daño a terceros, se manifiesta en conductas conocidas como “pillería”. Las normas sociales, basadas en expectativas compartidas, pueden llevar a comportamientos no cooperativos o que rompen las reglas de convivencia. El análisis se estructura en tres partes: primero, se examina el carácter “normativo” de la experiencia social desde la perspectiva de Heidegger y Gadamer. Luego, se argumenta que las ciencias sociales permiten clasificar conductas normativas como prosociales o antisociales. Finalmente, se sostiene que la “viveza chilena” puede ser un catalizador de comportamiento anti-social. El artículo concluye que promover normas prosociales debería ser prioritario sobre la regulación exhaustiva de la vida social.